Hoy, 16 de octubre, celebramos el Día de las escritoras. El Día de las Escritoras se celebra el lunes más cercano al 15 de octubre, día en que Santa Teresa de Jesús, patrona de las escritoras en España establecida por el Papa Pablo VI, murió en 1582.
La Fiesta de la Literatura Escrita por Mujeres se celebra desde 2016 cuando la Biblioteca Nacional de España, en colaboración con la Asociación Española de Mujeres Directivas y Ejecutivas de Profesiones y Empresas (FEDEPE) y la Asociación de Literatura Clásica, puso en marcha el «Festival de Literatura Femenina». El Día de las Escritoras Modernistas se estableció para dar voz a las mujeres y contrarrestar la discriminación histórica contra las mujeres en el campo literario, llegando algunas a firmar bajo pseudónimo masculino o incluso firmando sus maridos como autores.
El tema de este año es el placer, la alegría y la risa de las mujeres. Se trata de recuperar el legado literario y la producción creativa de mujeres que históricamente han sido marginadas con tanta frecuencia. Siguiendo la selección de mujeres relacionadas con este tema que propone la Biblioteca Nacional de España, hemos elegido a Alfonsina Storni para dedicarle nuestro artículo.
Alfonsina Storni fue una poetisa argentina del modernismo. Nacida en Suiza en 1892, su familia regresó a Argentina cuando era niña. Trabajó como actriz y maestra, escribiendo poesía feminista. Luchó contra el cáncer de mama, pero un diagnóstico erróneo le llevó a rechazar el tratamiento médico.
Finalmente, se suicidó en Mar del Plata en 1938. Su vida y obra inspiraron la famosa canción “Alfonsina y el mar”. Sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita en Buenos Aires.
Muchos acontecimientos curiosos ocurrieron durante la vida de Alfonsina y antes de que naciera. Por ello nos gustaría hablar sobre estas curiosidades para saber más sobre su historia.
Antes de que ella naciera sus padres abrieron una empresa de cerveza que tuvo mucho éxito y circularon por toda la región.
En su infancia la denominaban como una chica curiosa que hacía muchas preguntas y que mentía constantemente, a su madre se le dificulta enseñarle a decir la verdad.
Durante su juventud, a Alfonsina le empezó a gustar el arte teatral y en 1907 participó en su primera obra, de Manuel Cordero. En un principio no iba a actuar en la obra, solo asistía a los ensayos. Hubo un problema y una actriz no pudo participar, así que Alfonsina tomó su papel, ya que se sabía de memoria todos los diálogos.
Cuando fue más mayor se enamoró de un hombre casado, del cual se quedó embarazada. Más tarde decidió mudarse a Buenos Aires para poder criarlo.
Dos años antes, a los 12, Alfonsina había escrito su primer poema, actividad que continuó a escondidas de su madre, a la que le desagradaban sus pensamientos pesimistas. Siempre fue muy inestable mentalmente y eso se ha visto reflejado en sus obras. Su estilo era sobre todo el vanguardismo y el modernismo, es decir eran o muy realistas o con un significado muy enrevesado. Sobre todo destaca por sus poemas pero también escribió alguna novela. Publicó 20 libros,entre ellos poemarios entre los que destacan: El dulce daño, Langunez y un Libro Quemado.
Muy importantes son sus obras como «Tengo deseos de reír; las penas, en La inquietud del rosal (1916). El poema refleja un cambio de estado emocional del hablante lírico, que inicialmente experimenta tristeza o melancolía, pero que, al abrir la ventana y sentir la llegada de la primavera a través del viento, se llena de alegría y optimismo.
El poema se estructura en dos partes: la primera expresa la existencia de penas o tristezas que el hablante no puede controlar ni alejar, pero en la segunda parte, el hablante experimenta una transformación positiva al conectarse con la belleza y vitalidad de la naturaleza. La llegada de la primavera simboliza la renovación y el resurgimiento de la vida, y el hablante se siente inmerso en esta sensación de frescura y alegría. Este poema es un ejemplo de cómo la naturaleza puede influir en el estado emocional de una persona, llevándola de la tristeza a la felicidad. Además, destaca la capacidad de la poesía para transmitir estos cambios emocionales y resaltar la conexión entre el ser humano y su entorno natural.
Tengo deseos de reír; las penas, en La inquietud del rosal
Tengo deseos de reír; las penas,
que de domar a voluntad no alego,
hoy conmigo no juegan y yo juego
con la tristeza azul de que están llenas.
El mundo late; toda su armonía
la siento tan vibrante que hago mía
cuanto escancio en su trova de hechicera.
¡Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera!
Mencionamos también la canción dedicada a Alfonsina, Alfonsina y el mar interpretada por la famosa cantante argentina Mercedes Sosa que rinde homenaje a Alfonsina Storni. La letra de la canción habla de la belleza del mar y su capacidad para liberar a las almas de las tristezas y las preocupaciones terrenales. También evoca la imagen de Alfonsina como una figura trágica que encuentra la paz en las profundidades del mar, y su historia es un símbolo de la lucha personal y la liberación. La canción de Mercedes Sosa captura la melancolía y la belleza de la vida y la muerte, y ha perdurado como un himno a la memoria de Alfonsina Storni.